viernes, 14 de junio de 2013

Estrella Azul

Oh dulce estrella, que a lo lejos marcas la dirección del camino de algunos en noches claras y frías, alumbra con tu luz azul la esperanza que mi alma guarda y el anhelo que brota de lo profundo de mi ser.
Oh dulce estrella, aunque tu paso es perenne y no fugaz, un deseo yo te pido y es aquel mismo que siento desde mis años nuevos e ilusiones tiernas. Dibuja con tus destellos a esa mujer que tanto espero. Llévate aún más lejos las sombras del pasado y guíame con tu rastro hacia ese corazón dulce y puro.
Oh dulce estrella, no se si ya las has dibujado frente a mí y no me he dado cuenta, no sé si en unas horas la encontraré o tal vez la encuentre detrás de las páginas muertas que va dejando mi rutina. De vez en cuando la sueño, siento sus caricias cálidas en mi piel abrumada por la dura jornada, siento su aroma que cambia el ambiente de la habitación en nido de ternura y pasión, siento su mirada tranquila y suave, sus labios, sus besos, sus manos y la delicadeza de su cabello, pero su rostro es un enigma y no se hasta cuando lo será.
Oh dulce estrella, tantos enamorados suspiran bajo tu luz y se toman de la mano, tantas ilusiones nacen en medio de tus destellos, se aceleran los corazones en un tierno abrazo mientras te contemplan a lo lejos.
Quiero compartirte esa alegría dulce estrella, pero por el momento, con una sonrisa me despido, esperando algún día que la magia de tu fulgor una mi historia con otro dulce corazón. 

jueves, 23 de mayo de 2013

Era tarde ya...

Era tarde ya...
El cielo palidecía con cada minuto que se desgastaba en el tiempo y comenzaba a escurrir sus lágrimas, golpeando así el suelo con delicadeza y formando, caprichoso, pequeños charcos en todo su camino.
Sus ojos se veían serios, su cabeza deliraba cientos de ideas, sus pies andaban cansados y una pena en el alma no le dejaba soñar en paz.
Su rostro comenzó a empaparse y sus lentes se tran
sformaron en el vitral de un mundo loco que no paraba de correr.
Con seguridad y firmeza, avanzaba hacia su destino pero cada uno de sus pasos eran polvo en el viento y su rastro quedaba difuminado en el camino de concreto que dejaba tras de si.
Con seguridad y firmeza, continuaba avanzando, soñando despierto y suspirando entre cada respiro.
Con seguridad y firmeza, seguía su sendero, ocultando tanto la locura como la angustia que sentía.
Un rayo a la distancia hace vacilar el ritmo de su corazón y lo devuelve rápidamente a la realidad.
Aún con todo lo que carga, mira al cielo... sonríe y respira profundo... las agujas se quedan quietas contemplándole extasiadas... la esperanza le abraza suavemente y él, su sonrisa no vuelve a ocultar...
Es consolado el cielo y un rayo de sol se abre paso entre las nubes, dando nueva vida a su locura y embriagando su alma de una cálida ternura.


domingo, 12 de mayo de 2013

Te Soñé

Te soñé... quizás nunca lo sepas y ni siquiera podrías sospecharlo. Pero a pesar de ello, fue mágico...
Estabas tú ahí, frente a mí, las palabras se nos hicieron mudas y la distancia corta, no había espacio más que para un beso y mil caricias
que faltaron en noches frías de incierto.
Nuestro labios se hicieron cómplices de lo imposible, con tal dulzura que de nuestros corazones amargos emanaban cristalinas gotas de miel.
Sé que en tu corazón quedaron marcas dolorosas de un pasado turbio y gris, al igual que en el mío.
Además, mis errores ya se suman como los granos de arena de un desierto y mi madurez no va más allá a la de un niño en cuerpo de grande. 
No se que tendrán tus ojos, tu mirada, tus manos o la mágica forma como caminas, lo único que sé es que eres maravillosa y apareciste en mis sueños.
Fuiste el ángel que visitó mis penumbras esa noche en la que brotaba la lluvia del cielo y el frío se abría paso en la recámara oscura donde descansaba.
No se lo que pienses o sientes y no espero que sientas ni pienses nada...
Simplemente te soñé y eso fue maravilloso...


martes, 8 de enero de 2013

El Viejo Vagabundo

Era un vagabundo desgarbado, su frente llevaba las marcas del tiempo sucias y descuidadas, su caminar era pausado pero firme y la sonrisa la tenía escondida entre las angustias vividas.
En su mirada se divisaba un mar profundo de lamentos, el sol dejó de hacer brillar sus ojos y el viento le dejó seca la cuenca por la cual noches seguidas, caudalosas corrían las lágrimas de desdén. 
Camino a su estancia de cartón, se detiene por un instante al sentir aquella fragancia que en la juventud lo extasiaba. En su mente se proyectaban volátiles recuerdos de aquella dama que hacía sonrojar sus mejillas con una sonrisa y orquestaba su corazón de apasionados ritmos y sentimientos. Volvió a ser joven mientras el olor perduraba y las ansias de vivir a su cuerpo se impregnaban. Al desvanecerse y confundirse con los aromas de la gente que por su camino concurrían, una sonrisa se escurrió por su rostro y la ternura de un amor mágico le hizo viajar hacia otros mundos.
Avanzó un par de pasos y titubeó en el último, se dio la vuelta y miró hacia atrás, y lejos, en medio del gentío, divisó a una mujer reflejo de Afrodita. Contemplando congelado el paisaje y a la dama, abrió su boca y preparó sus labios para pronunciar unas palabras, un suspiro le colapsó el alma y para su sorpresa no era aquella cualquier dama, era esa mujer que en sus años de vigor le hacía soñar despierto e ilusionaba a diario su loco corazón. 
Pero ya era tarde y la mujer se alejaba cada vez más.
No pudo pronunciar palabra y luego de su inmóvil acto, decidió volver a su camino y guardarse en lo profundo la remembranza de aquel amor.