jueves, 9 de junio de 2011

Sueño de Sirena

Una noche de pocas estrellas y un puñado de nubes danzantes en el cielo, en medio del silencioso caminar del viento y el suave tintineo de las luces a lo lejos, me enamoré...
Sus ojos son como el reflejo de la luna que se mece apacible sobre las olas del mar.
Su sonrisa es un arrebato del cielo que se convierte en un paraíso en medio de este mundo hostil. 
Sus manos juegan con el viento como acariciando a un amor eterno.
Su voz es como el canto de las sirenas, que arrulla y abraza mágicamente a todo aquel que le escucha, dándole un beso en el alma con tal suavidad y ternura, que hace tatuar ahí su huella para toda la eternidad.
Toda ella es un milagro del creador y su presencia da luz a quién la mira, pero vuela, y muy alto, mientras yo camino descalzo por entre piedras.


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