Oh dulce estrella, que a lo lejos marcas la dirección del camino de algunos en noches claras y frías, alumbra con tu luz azul la esperanza que mi alma guarda y el anhelo que brota de lo profundo de mi ser.
Oh dulce estrella, aunque tu paso es perenne y no fugaz, un deseo yo te pido y es aquel mismo que siento desde mis años nuevos e ilusiones tiernas. Dibuja con tus destellos a esa mujer que tanto espero. Llévate aún más lejos las sombras del pasado y guíame con tu rastro hacia ese corazón dulce y puro.
Oh dulce estrella, no se si ya las has dibujado frente a mí y no me he dado cuenta, no sé si en unas horas la encontraré o tal vez la encuentre detrás de las páginas muertas que va dejando mi rutina. De vez en cuando la sueño, siento sus caricias cálidas en mi piel abrumada por la dura jornada, siento su aroma que cambia el ambiente de la habitación en nido de ternura y pasión, siento su mirada tranquila y suave, sus labios, sus besos, sus manos y la delicadeza de su cabello, pero su rostro es un enigma y no se hasta cuando lo será.
Oh dulce estrella, tantos enamorados suspiran bajo tu luz y se toman de la mano, tantas ilusiones nacen en medio de tus destellos, se aceleran los corazones en un tierno abrazo mientras te contemplan a lo lejos.
Quiero compartirte esa alegría dulce estrella, pero por el momento, con una sonrisa me despido, esperando algún día que la magia de tu fulgor una mi historia con otro dulce corazón.