jueves, 23 de mayo de 2013

Era tarde ya...

Era tarde ya...
El cielo palidecía con cada minuto que se desgastaba en el tiempo y comenzaba a escurrir sus lágrimas, golpeando así el suelo con delicadeza y formando, caprichoso, pequeños charcos en todo su camino.
Sus ojos se veían serios, su cabeza deliraba cientos de ideas, sus pies andaban cansados y una pena en el alma no le dejaba soñar en paz.
Su rostro comenzó a empaparse y sus lentes se tran
sformaron en el vitral de un mundo loco que no paraba de correr.
Con seguridad y firmeza, avanzaba hacia su destino pero cada uno de sus pasos eran polvo en el viento y su rastro quedaba difuminado en el camino de concreto que dejaba tras de si.
Con seguridad y firmeza, continuaba avanzando, soñando despierto y suspirando entre cada respiro.
Con seguridad y firmeza, seguía su sendero, ocultando tanto la locura como la angustia que sentía.
Un rayo a la distancia hace vacilar el ritmo de su corazón y lo devuelve rápidamente a la realidad.
Aún con todo lo que carga, mira al cielo... sonríe y respira profundo... las agujas se quedan quietas contemplándole extasiadas... la esperanza le abraza suavemente y él, su sonrisa no vuelve a ocultar...
Es consolado el cielo y un rayo de sol se abre paso entre las nubes, dando nueva vida a su locura y embriagando su alma de una cálida ternura.


domingo, 12 de mayo de 2013

Te Soñé

Te soñé... quizás nunca lo sepas y ni siquiera podrías sospecharlo. Pero a pesar de ello, fue mágico...
Estabas tú ahí, frente a mí, las palabras se nos hicieron mudas y la distancia corta, no había espacio más que para un beso y mil caricias
que faltaron en noches frías de incierto.
Nuestro labios se hicieron cómplices de lo imposible, con tal dulzura que de nuestros corazones amargos emanaban cristalinas gotas de miel.
Sé que en tu corazón quedaron marcas dolorosas de un pasado turbio y gris, al igual que en el mío.
Además, mis errores ya se suman como los granos de arena de un desierto y mi madurez no va más allá a la de un niño en cuerpo de grande. 
No se que tendrán tus ojos, tu mirada, tus manos o la mágica forma como caminas, lo único que sé es que eres maravillosa y apareciste en mis sueños.
Fuiste el ángel que visitó mis penumbras esa noche en la que brotaba la lluvia del cielo y el frío se abría paso en la recámara oscura donde descansaba.
No se lo que pienses o sientes y no espero que sientas ni pienses nada...
Simplemente te soñé y eso fue maravilloso...